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Cristina Wargon y la Reedición de sus Primeros Cinco Libros
El Descabellado Oficio de Ser Mujer en Amazon
A veces el trabajo nos brinda satisfacciones. Este es uno de esos casos. Porque me toca el honor de presentar la noticia de la reedición de los hasta ahora agotados libros de la Sra. Wargon.
A veces el mundillo editorial recorre senderos incomprensibles. Obras inmerecedoras de una segunda lectura inundan los anaqueles de los kioscos. Y aquellos libros que queremos no adornan estantes en ninguna librería... porque se vendieron todos.
De modo que, con el objeto de subsanar tan injusta situación, hoy te presento, disponibles en Amazon, los cinco libros publicados y agotados de Miss Wargon. Y espero que disfruten tanto de su lectura como en mi caso.
¡YO NO VOY!
LA ESCENA SE DESARROLLA EN UN LUGAR QUE PUEDE SUGERIR UN LIVING.
ELLA TIENE 45 AÑOS Y UN ASPECTO LEVEMENTE HISTERICO.
MIENTRAS HABLA SE ACOMODA LA ROPA, CUANDO SE INCIA LA ESCENA TIENE UN LIMPIADOR DE VIDRIOS EN LA MANO Y UNA FRANELA EN LA OTRA. Y LIMPIA OBSESIVAMENTE MANCHAS QUE NO EXISTEN…
SUENA EL CELULAR, ELLA CORRE MIRA EL NUMERO Y SIN ATENDER GRITA
–!!!NO!!!
Y LO TIRA.
VUELVE A SONAR TRES VECES Y ELLA REPITE LO MISMO AL CUARTO LLAMADO SE RESIGNA
ELLA (AL CELU)
¡No te vas a rendir nunca vos!
-LEVANTA Y ATIENDE ENOJADA-
¿Cuántas veces te tengo que decir que no? ... ¡¡¡no quiero ser tu testigo, no quiero ser tu madrina!!! ¡Más aun, no quiero ser tu hija!... ¡no me calmo nada!, esto lo haces para humillarme, es obsceno ridículo, ofensivo, antinatural… Me lo haces “a mi”… porque sabes que estoy sola que no tengo ni con quien ir a la fiesta… ¡No es lógico que una madre se case a repetición, mientras su única hija solo limpia la casa como una poseída!
No me digas que invite a alguien, la última vez que te casaste tuve pedirle al portero que me acompañara ¡y además pagarle!
Encima se emborrachó, se me tiró encima en el taxi y después se enojó conmigo y hace tres años que me gotean todas las canillas .
¡¡¡Ahhhhhhhhhhh, yo soy la intolerante!!! Además me ofendes, vos, que sos una maniática senil del casamiento… Mira que seguir insistiendo a los 70 años….(indignada) ¡¡¡No te quites la edad conmigo que soy tu propia hija!!!... …esta bien ,tenés 69 años, seis meses y catorce días... igual no es edad para que una mujer se case … No es edad para que mi propia madre se case…
Ya ni lo puedo hablar en terapia porque después de tu tercer matrimonio mi analista me aconsejó que te pegara un tiro en la nuca… y sí, son humanos….
¿Y a mi qué me importa entonces que este tal Aníbal sea una buena persona que maneja un taxi?, ¿desde cuando ser taxista te da patente de santo? A lo sumo te llevara sin cobrar al civil. (espero) Además lo mismo me dijiste del anterior el que era plomero y huyó llevándose la cadena de oro que te había regalado papá… el sí que era una buena persona… si, si ya sé …no lo conocí… él fue el primero que huyó… pero no se llevo nada, además me dejo la posibilidad de imaginarlo…
(TIERNA)
Y cuando lo imagino ni todas las maldades que me dijiste de el, me importan nada…
Solo decime porque… ¿por que insistís? … la soledad… ¿A mi me venís a hablar de soledad, que cuando me acerco al potus se tapa los oídos? ¿A mí, que me dejo mensajes en el contestador cuando estoy afuera de casa para no sentirme tan mal cuando vuelvo a la noche :“Hola Betty como te va querida” ¿tuviste un buen día? .. Además sigo todos los consejos para mujeres solas… las saco del Cosmopolitan… “sea feliz con usted misma”… “Como un pepino puede ser su pareja” y, porque sos mi madre no te voy a contar que tengo un juguetito que me compre en una reunión de taperwear. Es una forma de decir… ¡¡¡y no te voy a dar la dirección!!!
Además, estas por estrenar marido... Pero de la soledad no escapa nadie… es como la lluvia, como el invierno, finalmente te tocan, mamá y son inútiles los paraguas o las estufas… te alcanzan, mamá… no te podes casar porque te sentís sola, es como si me dijeras que te casas porque te sentís rubia… !!!¿De que color te teñiste el pelo?!!!... bueno es lo mismo…
¿Qué tendría que hacer yo que, después de Juan, nadie…. ¡¡¡No no!!! No compares a Juan con esa colección de desmedicados que conseguís vos, como sacados de un remate del Cotolengo de don Orione… Juan era maravilloso, decente, compañero, cariñoso, tierno y… ¡Un reverendo hijo de puta! que se fue con mi mejor amiga!
(SE CALMA)
Todos tenemos defectos, además si en lugar de fugarse con María del Carmen lo hubiese pisado un tren… tendría su retrato acá, y hasta le pondría flores todos los días… solo tuvo un final equivocado…. ¡¡No!! ¡¡No es cierto que se canso de mi manía del orden!! ¿Además los japoneses no se sacan los zapatos al entrar a la casa? ¿Y se divorcian por eso? ¡¡Si son re felices los japoneses!! Nunca entendiste eso de la limpieza por eso andás por el mundo desparramada y fresca juntando basuras, perdón, maridos (afligida)
¡¡¡Perdón, perdón, perdón, pido perdón!!! Sabes que me voy de boca cuando me enojo pero… decime por qué mama... en serio te lo pregunto, te juro que te escucho…
(SERIA)
Ah ¿Te hacen sentir que todavía sos mujer? Sí, sí, te entiendo, me acuerdo de esa mirada… cuando Juan me miraba yo “era” divina”…
(PENSATIVA)
Esa mirada calienta el corazón y enciende los huesos en la oscuridad… es cierto mama, es cierto pero no es verdad, al menos con seguridad, no es eterno… Siempre llega la hora de envejecer, y solo hay dos caminos, o estás sola como yo y como vos, o si tenés mucha pero mucha suerte, tenés un compañero que te mire, pero, imagino, que esa mirada te calma, te sostiene, te acompaña pero... No te enciende los huesos en la oscuridad.. Debe ser otra cosa, pero ya no es esa mirada que te viste de primavera y te dice “todavía ¡¡¡Envejecer!!!… yo tampoco se como se hace pero seguro que así como vos, no…
(CON TERNURA)
No, no te quiero decir vieja… igual voy a ir mama… yo tampoco tengo respuestas… y además no creo que tu marido dure menos que el limpiavidrios, no importa, yo me entiendo.
(CORTA, SE AGACHA Y SE PONE LIMPIAVIDRIOS EN EL ZAPATO, SE SACA EL ZAPATO Y EMPIEZA A REFREGARLO CON FURIA)
SE APAGAN LAS LUCES
Autores Argentinos en Amazon Humor Feminismo Libros Cristina Wargon
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